Maxim con la camiseta del Clínicas Rincón Axarquía el pasado año. Foto Antonio J. ReyesEsta semana hemos tenido la visita en el Pabellón Cubierto veleño de uno de nuestros ex: Maxim Cheburov. Un jugador que siempre se dejaba la piel en sus acciones pese a que se mostraba falto de regularidad a lo largo de la temporada. Pero la intensidad en sus acciones hacía que no te dejara indiferente. Por ello, el propio Sergio Scariolo lo requería siempre para sus entrenamientos, porque entrenaba como jugaba. Con ese juego oscuro necesario en los partidos que hace que el rival tenga que trabajar más. Incluso, fue baja en un momento dado con Axarquía para poderle hacer ficha con unicaja ya que dada su edad no podía jugar como vinculado. No disfrutó de ningún minuto de juego pero para él queda la experiencia de poder viajar con Unicaja en Euroliga. Incluso, se tomó la fama de que siempre que se lesionaba alghún jugador, bien en los entrenamientos de Unicaja o en los proipios de Clínicas Rincón, era porque se había topado con Cheburov.
Según me comentaba uno de los redactores del diario La Región de Ourense esta semana, el técnico del equipo Eloy Doce lo está marginando sin darle minutos para exigir más potencial en el juego interior de la directiva. Es decir, Maxim Cheburov ha pasado este año de apoyar los entrenamientos de un Unicaja que llegó a la final four a reforzar los de un Ourense que diambula en la mitad baja de la tabla de esta Adecco LEB Plata. El bueno de Maxim lo toma resignado y eso le puede llevar a la relajación como le pudo pasar en otras fases de su carrerta deportiva. El jugador que fue el preferido para el entonces americano del conjunto axárquico Trello Galloway merece sin duda otro trato. Más cuando se queja su propio técnico de la falta de poderío en la zona y tiene incluso que forzar a jugadores de perímetro a jugar dentro como Salsón. En estos días ha tenido la oportunidad de reencontrarse con su familia y con su gente. Maxim Cheburov sabe que aquí ha dejado buenos amigos y seguro verá con sana envidia la clasificación del equipo donde militara estas dos últimas temporadas. Se marchó a un equipo con historia y ganador que no está dando la talla que esperaba, sobre todo con tantos cambios. Ayer echamos de menos algún minuto de Cheburov en cancha que sin duda hubiese sido recibido con el apoyo del aficionado axárquico. No fue así. Al final, se quedó sin jugar en el banquillo. No cambió la postura de sus últimos partidos el técnico asturiano del COB. Desde aquí, no podemos más que desearle suerte al bueno de Maxim.
Antonio J. Reyes