No hay palabras que puedan abarcar todo lo que siento al escribir estas líneas después de toda una vida siendo testigo desde niño de la historia de este club. Desde aquellas primeras tardes en las pistas del Colegio Zona Sur, a la vez que yo echaba mis ratos en una de las canastas, cuando el baloncesto en silla de ruedas apenas era un sueño hermoso que un puñado de valientes que comenzaban a fraguar Paco Aguilar o Curro Jiménez como referentes con un grupo de veleños en silla de ruedas con ganas de hacer deporte. Más de cuatro décadas después, ver a Amivel Reyes Gutiérrez proclamarse campeón de la Eurocup 3 en Turquía (81-67 en la final al Fisiosanisport Reggio BIC de Italia) no es solo un logro deportivo. Es el triunfo de una forma de vivir, de luchar, pero sobre todo, como indicaba en su estado el día del viaje el jefe de prensa del club, Yiyi Del Río,... de soñar.

En mis inicios en la Revista TODO, a finales de los 80 y sobre todo luego en los 90, vi como este proyecto crecía, una vez inaugurado el Pabellón Municipal que hoy lleva el nombre de Francisco Aguilar Campos con todo merecimeinto, con aquel patrocinio de la recordada Ortopedia Alce. Lo fui acompañando en sus primeros ascensos a la élite, cuando empezábamos a retransmitr los partidos en TV Axarquía, y luego sobre todo en la recordada Vélevisa TV, hasta hoy también en Avatel TV con mi compañero José Manuel Moreno, narrando las gestas de un grupo de héroes cotidianos que jugaban mucho más que un partido de baloncesto, además en silla de ruedas. No puedo olvidar la emoción en la narración en 1999 del ascenso a División de Honor, la categoría más alta de este deporte. Fue la primera vez que un equipo de la Comarca de la Axarquía consiguía llegar a una categoría máxima en una modalidad deportiva de equipo.
Recuerdo como si fuera ayer a tantos y tantos nombres que sembraron esta historia. A los que todavía nos acompañan y a los que ya no están como Curro Jiménez, fundador y motor de todo esto junto a Aguilar. Paquito Claros, con su constancia más alá de los minutos que jugaba y aquellas tertulias de baloncesto posteriormente en el Copo en Torre del Mar. El portorriqueño Calderón, que también nos dejó demasiado pronto en un fatal accidente... Los nuestros de casa que pusieron los cimientos como Fabián Gallego, Álvaro Mora, Juan Carlos Trujillo, Agustín Gómez, Serafín López, o Jorge Delgado que sigue en el plantel como mecánico… Y, cómo no, en el camino aquel niño que se convertía en junior de oro que seleccionó Paco Aguilar, nuestro querido Jesús Romero, que luego nos regaló una medalla paralímpica y del que conservo un balón que me dejó de su preparación para su experiencia olímpica en Londres 2012. También pasaron grandes jugadores internacionales como Francis Sánchez, Vargas o Pepe Salado, otros que se hicieron veleños viniendo de fuera como el marrroquí Nourredinne, el portugués Claudio Batista, o las grandes tardes también más recientemente del "Flaco" Martínez, que vendría bien su vuelta. Como también contamos con figuras ilustres, grandes nombres de este deporte como Antonio Henares, máximo anotador en cinco juegos paralímpicos, que en sus últimos años vistió con orgullo durante dos temporadas una camiseta que no solo representa un club, sino un modo de entender la vida desde la superación personal, como auténticos deportistas de élite que son y que se machacan en cada entreno en la capital de la comarca de la Axarquía. Desde aquel humilde Amivel hasta hoy, Vélez-Málaga ha visto nacer un símbolo que lo identifica, Amivel es decir Vélez-Málaga, y pasea su nombre ya por Europa, y no solo como representante de la Axarquía o de Andalucía, donde hemos sido durante muchos años el único equipo de la región en la máxima categoría; un club que ahora representa al deporte adaptado de España a nivel continental en una de sus competiciones.
Lo vivido en Turquía ha sido por tanto mucho más que una competición. Ha sido la culminación de todo ese esfuerzo anónimo de tantos años, de entrenamientos interminables, de viajes imposibles con las sillas y desde la diversidad de cada uno en la movilidad, en canchas cada vez más lejanas. El Amivel de hoy es el fruto de la semilla que sembraron aquellos locos pioneros, con dos axárquicos que querían traer para la Axarquía lo que practicaban en Málaga en el histórico Ademi. Es el proyecto que con tanto acierto lidera ahora Cristina Quintero desde la directiva de la Asociación Amivel, que es mucho más que este club de baloncesto que de por sí se ha hecho muy grande. Y con el alma siempre presente de Paco Aguilar, empujando desde ahora un segundo plano en cancha cada jugada y que se emociona como el que más en cada peldaño que sube este club. El equipo lo dirige ahora Pepe Lorca, un hombre del baloncesto de la tierra que ha sabido coger esa oportunidad de hacerse con un nombre en el baloncesto adaptado, y con esta experiencia, incluso más allá de nuestras fronteras. Desde la humildad del que viene a aprender tras muchos años de dirección en el baloncesto local y de cantera. Sustituyendo además a un técnico inglés, de origen nigeriano, como Ademola Orogbemi, con un nombre más que reconocido en este deporte con la selección británica. Pepe Fernández Lorca, en dos años, ya siente y vive como suya esta camiseta. Así lo demuestra día a día en sus declaraciones y con su compromiso y dedicación junto a su plantel técnico. Importante y vital también el respaldo institucional, como el del Ayuntamiento de Vélez-Málaga, representado en la fase previa en Francia por el mismo alcalde, Jesús Lupiáñez junto al concejal de deportes Manolo Gutiérrez, que en el caso de este último, no quiso perderse tampoco esta fase final en Turquía, lo que demuestra que este sueño ya es de todos, porque ellos nos representan.
Y nombrar los verdaderos héroes de esta Eurocup, una plantilla liderada por un descomunal Esparza (MVP en la final con 36 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias), un soberbio Kyle Marsh, declarado mejor jugador del torneo, ambos en el quinteto ideal de esta fase final donde estaba también el ex jugador de Amivel, el internacional británico Abdi Jama, que este año marchó a Manchester, siendo rival de nuestro equipo en fase previa. Siguiendo con nuestro plantel, destacar otro refuerzo que en los últimos años ha resultado ser un plus para el equipo como el incombustible Sandoval. Y junto a todos y cada uno de los jugadores del plantel porque todos aportaron, con "Cano" Martínez, Jesús Romero, Leo Pekka Täthi, Gabriela Navarro, Balcerowski o nuestra gran promesa de futuro, Víctor Bueno. Con el capitán, Luis Cristen Barba, que fue el encargado de recoger este título europeo para Amivel. Todos ellos son la prueba viva de que cuando se cree de verdad, el deporte puede tocar el corazón de un pueblo y que merece que los apoyemos jornada a jornada en el pabellón más que lo hace generalmente. Hoy, Vélez-Málaga no solo celebra un título europeo. Vélez-Málaga celebra 45 años de historia, de vida, de lucha, de amor incondicional al baloncesto y a la superación personal de este club que nos ha metido desde hace tiempo en la élite del deporte. Gracias, Amivel Reyes Gutiérrez. Como siempre, desde la humildad, nos hacéis grandes. Gracias por permitirme ser parte como testigo de este milagro, de esta aventura europea, desde la lejanía en las retransmisiones en streaming de la IWBF Europe. Y sobre todo, gracias por enseñarnos que los sueños, si se persiguen juntos, se pueden lograr y quedan así para siempre en nuestra historia. Somos campeones en Europa. Nos felicitamos por esta Eurocup 3.
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